jueves, 20 de enero de 2011

PLACER COMANSI. Bajo el influjo del cometa

BAJO EL INFLUJO DEL COMETA. Jon Bilbao. Ed. Salto de página. Madrid, 2010.


Creo en el poder generador de dudas como motor del crecimiento. Menuda frase me ha salido. Creo también en la utilidad de la literatura: en el arte como un método para aprender a vivir. Porque vivir es dudar. Perdón por el silogismo cojo. Por eso me gusta cuando cuando me encuentro con textos de ficción que me permiten dudar. En mi modesta opinión, es el mayor acto de generosidad de un escritor. ¿Lo había comentado ya aquí? No me extrañaría, pues empiezo a olvidarme de lo que digo, a repetirme. Insistiré en ello, ya lo aviso. En que me parece una rara virtud en un autor esa generosidad. La renuncia al control sobre lo escrito. Un control, por otra parte, ficticio, irreal, porque al final, por más que uno se harte de explicar y explicar, de ser exhaustivo, hasta cansino, al final en la ficción cada uno piensa lo que le da gana y saca las conclusiones que mejor le convengan. Eso es lo que más me ha gustado de esta colección de relatos: la licencia para dudar. Perdón por el jueguecito.

También la minuciosidad y la falta de prisa en desplegar los elementos del relato. El resultado es de una solidez rotunda y, a la vez, de una agilidad sorprendente. La sensación de madurez y de autenticidad al leer. No hay filigranas, ni trucos: hay una visión del mundo, particular y valiosísima. Una visión a mano para confrontar con la propia y aprender. Viva la literatura útil.

Los ocho relatos son homogéneos, en cuanto a calidad; variados en sus temas. Todos comparten una mirada compasiva, equilibrada. ¿Una pega? Siguen sin gustarme los saltos de punto de vista del narrador. Sobre todo cuando no parecen obedecer a criterios estéticos, sino utilitarios; y más aún cuando la capacidad para narrar sin ellos es más que palmaria. Pero Bilbao, incluso en esto, me hace dudar. Y hay algunos giros demasiado altisonantes. Muy pocos. Se me ocurre que la imperfección, en este caso, hace más redondo el libro, y más verosímil al autor.

Qué gusto, tener tantas ganas, al terminar un relato, de atacar el siguiente. Y no poder evitar después rumiar personajes, paralelismos, metáforas... que regresen a tu cabeza sin pedir permiso ni ser llamados. Premios y buenas críticas lo avalaban. He disfrutado la lectura y además he recuperado algo de fe en la humanidad. Placer Comansi.

2 comentarios:

  1. A mí también me encantó; no obstante, creo que el relato que le da título se separa un poco del resto.

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  2. Sí, tienes razón. El tema y el tratamiento que le da difiere un poco del resto. También observo diferencias en la escritura entre algunos de los relatos: diferencias que me parece que obedecen a una evolución en su forma de escribir. Y sin embargo el conjunto me sigue resultando homogeneo; tal vez porque lo que sí mantiene es la temperatura de la mirada... No sé.
    Gracias por venir.

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